
El hierro fundido es, sin lugar a dudas, el material ideal para una estufa de leña, ya que es un gran conductor de calor. El hierro almacena el calor generado por la combustión de la madera y lo distribuye de manera uniforme por toda la habitación.
Con la llegada del invierno, las estufas de hierro fundido resultan una excelente opción para pasar la estación más fría en un ambiente cálido. Su diseño no solo es decorativo sino que también poseen una vida útil extremadamente larga.
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